¿Cansados de decirles a sus hijos que se coman sus verduras? ¿Dejó de funcionar el truco de “esconder el brócoli”? Te damos consejos súper prácticos para que ellos conozcan y amen las verduras.
Que cocinar sea un juego en el que les enseñes a tus hijos cómo preparar recetas saludables. Involucralos tanto como puedas.
¿Y si les servís sus alimentos con caritas felices? Usá diferentes colores, por ejemplo los tomates cherry para la nariz, rebanadas de calabaza para los ojos y trozos de pimiento para el cabello.
Serviles los alimentos de diferentes formas: sopas ligeras y purés dulces para las verduras, licuados de frutas, platillos al horno, frituras crujientes… También pueden licuar jugos nuevos como un reto, empezá con un manojo de hojas de espinaca, un plátano, una manzana y un poco de jugo de fruta, ¡servilo frío con sorbete y sorprendelos con el sabor!
Los niños adoran los snacks: cortá en tiritas algunas zanahorias, pepinos y otras verduras de colores y prepará aderezos vegetarianos saludables para acompañarlos. A muchos niños les molesta la textura «viscosa» de ciertas verduras, intentá dejar algunas crudas (sólo revisá cuáles no son peligrosas).
¿Alguna vez usaste un espiralizador para hacer «espaguetis» de calabacín o zanahorias? ¡Es rápido, sencillo y muy saludable! También es fácil “que se vayan” algunas verduras extra en las salsas a base de tomate sin que los niños se den cuenta (espinacas o garbanzos).
Inclusive podés añadirle jugo de zanahoria al jugo de manzana, ¡hasta podés congelarlo para hacer helados!La zanahoria y los rábanos son deliciosos en panqués, tortas y pan.
Esta es una buena idea: cultiven verduras juntos. ¡Unas macetas serán suficientes! Lo mejor es que después de ayudarte a cuidar la planta, tus hijos tendrán curiosidad de conocer el fruto de sus esfuerzos.
¿Te cuesta mucho que tus hijos coman vegetales? ¿Cómo los convencés? ¡Nos encantaría saber tus consejos!