¿Qué hiciste hoy en la escuela? «No sé …nada.» ¿Te suena familiar? Frustrante, ¿no? Aprendé cómo podés ayudar a tu hijo a que te cuente sobre su día.
Un día fuera de casa es agotador: ¡dale a tu hijo espacio después de la escuela para jugar, tomar una bebida y comer algunos snacks!
Intentá hacerle preguntas como: ¿Qué fue lo mejor que pasó en la escuela hoy? Si trae a casa sus trabajos de escuela, habla sobre ello.
Hablá de tu primer día. Por ejemplo, «fui de compras y vi un enorme perro peludo. ¿Cómo fue el tuyo?»
Es más probable que tu hijo hable si lo escuchas con atención. Y si tenés que interrumpir la charla, hacele saber que van a volver y cuándo. Por ejemplo, «Quiero escuchar el resto de tu historia – ¿Podés contarme cuando termine?» Necesitan saber que estás ahí para ellos.
Escuchá, evitá interrumpirlo con frecuencia. ¡Y rían! Preguntá sobre lo más gracioso que pasó en la escuela hoy, no sólo sobre sus lecciones. Los niños te dirán cuándo están listo, no los fuerces.
¿Cómo motivar a tus hijos a hablar de su día? ¡Nos encantaría leer tus consejos!