Duración: 15 min | Interior | Años: 3 a 6
Los pequeños no siempre van a estar dispuestos a hacer lo que crees que les conviene, por lo que puede ser una batalla para conseguir que tomen suficiente agua. Así que vamos a presentárselos de una manera diferente. Seguí leyendo para aprender a hacer que el agua potable sea divertida.
Esta actividad no podría ser más fácil. Todo lo que necesita para tener tus frutas heladas son:
Algunas moras, cerezas, frutillas, frutas y hojas de menta; una hielera; agua; un vaso
Estas son las instrucciones para leerle a los chicos…
Paso 1: Elegí algunas bayas, pequeños trozos de fruta (cortada por un adulto, por supuesto) y hojas. ¿Cuáles son los nombres de las bayas, frutas y hojas? Tratá de tocarlas u olerlas para ayudarte a recordar. El chico puede recibir ayuda de un adulto si no está seguro. Por cierto, bayas firmes y fruta más dura como kiwis o trozos de manzana funcionarán mejor.
Paso 2: Colocá los ingredientes, previamente lavados y desinfectados, en el recipiente para hacer hielos. Una pieza es suficiente en cada sección.
Paso 3: Ahora, llená el recipiente para hielos con agua bebible. Mirá cómo las bayas bailan, y cómo las piezas de fruta flotan. ¡Dino llama a esto una discoteca frutal helada!
Paso 4: Colocá los hielos en el freezer y dejala durante al menos cuatro horas. No te quedes ahí esperando a que se congele; los chicos pueden jugar unos cuantos juegos y luego volvés. ¡Si querés, podés dejar tus cubos congelados hasta por un año entero!
Paso 5: ¿Listo? Servite un vaso de agua, y añadí un par de cubos de frutas. ¡Mirá los cubos bailando alrededor del vaso! ¿Podés tomar toda el agua antes de que se derritan? ¿Reconocés las frutas y las hojas que elegiste antes? Una vez que la fruta se libera de su cubierta helada, ¡se puede comer!