Dejar atrás los pañales lleva tiempo y paciencia, tanto para los padres como para los preescolares. Aprender a ir al baño no ocurrirá de la noche a la mañana, es un proceso gradual de aprendizaje del autocontrol. Acá hay algunos tips.
Esperá a que tu hijo muestre señales de que está listo, como estar seco por lo menos durante dos horas. Dejá que te observe o, mejor aún, que observe a su hermano o hermana mayor ir al baño. Ayudá a tu pequeño a escoger ropa interior que le guste usar, por ejemplo una prenda que lleve su personaje animado favorito. Elegí el tiempo que estés en casa para poder enseñarle a ir al baño.
Dejá que tu hijo se pasee por la casa sin calzones si el clima es cálido, o ponele ropa interior que sea fácil de quitar. Para ambos casos, ¡asegurate de tener ropa suficiente a la mano!
Te damos una gran idea: ¿Pensaste en tomar “descansos regulares para ir al baño”? Podrías sugerirle a tu hijo que a ciertos momentos del día, tal vez cuando se levanten, después de comer y antes de irse a dormir, se sienten en el inodoro por diez minutos si sienten la necesidad o no.
Mientras que estén ahí, contales una historia, y si tu pequeño ya puede leer la hora, conseguile su propio reloj para que así sepan si es hora de ir al baño (¡pero al igual recordales también cuando sea el momento!). Probablemente le ayude si vas vos también al baño a las mismas horas para que así no sienta que es sólo él, o podrías pedirle a su hermano o hermana mayor que haga lo mismo.
¿Encontraste a tu hijo inquieto? Podría significar que necesita ir. Recordá tratar cualquier accidente con simpatía, diciendo algo como: “Oops, ¡no importa! Te limpiaremos y ¡estoy segura de que llegás al baño la próxima vez!” Y recordá elogiar cuando vaya al baño la siguiente vez: “¡Lo hiciste hoy, muy bien!”
Si no va tan bien después de unos días, no te preocupes, probablemente no estén listos. Ponelos de vuelta en pañales y volvé a intentarlo en unas pocas semanas. No hay apuro para enseñarles a ir al baño. Algunos niños toman más tiempo que otros para hacerlo y no hay solución mágica, pero tu hijo llegará al final. ¡Siempre lo hacen!
¿Cuánto tiempo le tomó a tu hijo aprender? ¡Nos encantaría escuchar tus historias!