La palabra crianza se relaciona con nutrir, cuidar, alimentar, orientar, instruir; elementos esenciales para la supervivencia y el desarrollo integral desde los primeros años. Si a la palabra crianza le sumamos la palabra saludable, que significa posibilidad de producir salud, estamos ante una crianza basada en el respeto de los derechos de los niños y niñas y con una mirada amorosa y positiva hacia la infancia que promueve su crecimiento y desarrollo y los acerca a la salud integral.
Entre sus pilares se incluyen la empatía, la tolerancia, el fomento de la autonomía y habilidades para enfrentar desacuerdos de manera constructiva, el autoconocimiento ayudando a los niños y niñas a reconocer y valorar sus virtudes y limitaciones, la gestión adecuada de las emociones y sentimientos, la toma de decisiones conscientes y la presencia de límites, basados en el amor y el entendimiento que crean un ambiente de seguridad y comprensión.
Esta forma de crianza se centra en las necesidades de los niños y niñas desde su singularidad sobre las necesidades y mandatos de las personas adultas, hace uso consciente de nuevas y respetuosas formas de abordar los conflictos y retos en la crianza, donde lo esencial es poner en el centro a los niños y niñas.
Una crianza saludable apuesta a que ellos construyan un estilo de vida donde el respeto de su mundo emocional, el cuidado del medio en el que se vive, la vida activa, el correcto descanso, el uso responsable de pantallas y la alimentación jueguen un papel trascendental.
Los niños y las niñas son los verdaderos protagonistas de la crianza saludable y los adultos desde su lugar, cumplen un papel clave en el armado de un escenario para que puedan acercarse a la mejor versión de ellos mismos. Este escenario debe estar basado en el amor, el respeto, la escucha, los ejemplos positivos, límites que cuidan y por supuesto una buena alimentación no puede faltar.
DANONINO UN ALIADO DE LA ALIMENTACIÓN DE TU HIJO EN CASA Y EN EL COLE.
Cada niña y niño tiene derecho a crecer en un entorno que promueva el bienestar y que se sustente en el respeto, la mirada sensible y la búsqueda de condiciones de calidad de vida. El entorno incluye todo lo que lo rodea al niño o la niña. Es como el escenario en el que protagoniza la historia de su vida y en el que juega, aprende, crece y se desarrolla. Incluye los vínculos con la familia, amigos, maestros, las costumbres, hasta aspectos sociales y económicos. No sólo es la escenografía, son las luces, el sonido y todo aquello necesario para que la historia ocurra, aunque no sea percibido por nuestros ojos. Todos formamos parte de esta historia y cada uno puede hacer su aporte o cumple un rol en la construcción de este escenario.
La familia, en casa, tiene un papel protagónico en la construcción de rutinas saludables que son la antesala para la formación de hábitos o estilos de vida que contribuyan a un crecimiento y desarrollo adecuado. Es crucial establecer rutinas de alimentación, movimiento y esparcimiento al aire libre que acerquen a disfrutar de la vida activa, descanso adecuado, uso responsable de pantallas limitando la cantidad de horas que los niños o niñas pasan frente a ellas a menos de 2 horas diarias y supervisando y guiando los contenidos y el momento en el que se hace uso de las mismas.
En el cole, otro escenario vital, es esencial que se realicen acciones que promuevan hábitos de vida saludable como la promoción del consumo de agua, la vida activa, la concientización sobre el cuidado del medio ambiente, la educación alimentaria, nutricional, social y emocional y el consumo de alimentos de buena calidad nutricional.
Danonino es un aliado de la alimentación de tu hijo tanto en casa y como en el cole. Es una opción rica y práctica, que aporta calcio, vitamina D y proteínas y que puede formar parte de cada una de las rutinas y comidas diarias como desayunos, meriendas, colaciones o como postres de almuerzos o cenas integrándose a la variedad y diversidad de alimentos.